Virgen de Los Desamparados (Festividad 12 de Mayo)
Emisión 28 de Septiembre de 1954.
Serie 1 valor de 25 c.
Emisión, 11 de Mayo de 1973.
Serie 1 valor de 25 c.
Tirada: 100.000.000
La Virgen de los Inocentes, Mártires y Desamparados o Virgen de los Desamparados es una advocación de la Virgen María.
Es la patrona de la ciudad de Valencia y de la Comunidad Valenciana, y por lo tanto una de las siete patronas de las comunidades autónomas de España. Aparece representada con una azucena en una mano y con el niño Jesús portando la cruz, en sus brazos. La imagen se caracteriza por tener una ligera inclinación hacia adelante; por dicho motivo se le conoce cariñosamente entre los valencianos como La Geperudeta (La Jorobadita). Bajo esta advocación se fundó la Congregación Madres de Desamparados y San José de la Montaña.
Origen del culto.
El 24 de febrero de 1407 el padre Jofré se dirigía a la catedral para pronunciar un sermón de una misa durante la Cuaresma, cuando presenció el maltratamiento de un enfermo mental en una calle de Valencia próxima a Santa Catalina (actual Martín Mengod, anteriormente llamada Platerías). Este hecho le llevó a tomar la decisión de fundar una casa para enfermos mentales. La hermandad se constituyó bajo la advocación de Nuestra Señora de los Locos, Inocentes y Desamparados.
El objetivo de la hermandad era atender a los enfermos, y debido a la hambruna de la época y el gran índice de orfandad, en las calles se encontraban numerosos niños desamparados. El hospicio se amplió para recogerlos.
Dos años después nombraron patrona de la hermandad a la Virgen como Madre de los Desamparados allí acogidos, renombrando la advocación como de Virgen de los Desamparados.
El año 1414 llegaron cuatro jóvenes, vestidos de peregrinos, a la cofradía. Al recibirles el hermano cofrade que vivía en la casa, le dijeron que en dos días les podían hacer una imagen de la Virgen si les daban un lugar donde hacerlo y comida. Les llevaron al lugar conocido como La Ermita.
Pasados cuatro días y no oyéndose ningún ruido, forzaron la puerta y encontraron la imagen de la Virgen María. Los extraños peregrinos habían desaparecido, poco después sanó la esposa de un miembro de la hermandad, ciega y paralítica. El suceso dio origen a la leyenda de que la hicieron los ángeles.
El 21 de abril de 1885, el papa León XIII concedió una Bula pontificia por la que nombraba patrona de Valencia a la Virgen de los Desamparados.
Fiestas patronales.
El segundo domingo de mayo Valencia celebra la festividad de la Virgen de los Desamparados, Patrona de la ciudad y su región.
La víspera de la fiesta, el sábado por la noche, tiene lugar un concierto en la plaza de la Virgen, castillo de fuegos artificiales y posterior danza donde más de 200 parejas bailan en honor a la patrona.
Ese sábado desde muchos pueblos de la provincia se inician las peregrinaciones a pie hacia Valencia. La más importante la de Paterna que congrega a más de 2.000 personas, llegan de madrugada a la ciudad.
A las cuatro de la mañana se abren las puertas de la Basílica y a las cinco se descubre la imagen entre vivas y piropos envueltos en una profunda emoción. Enseguida empieza la Misa de Descubierta.
El domingo a las ocho de la mañana, en un altar que se instala delante de la Basílica de la Virgen de los Desamparados y cuya fachada se adorna con un tapiz de flores, tiene lugar la
Misa de Infantes. Muy emotivo el final de la misma cuando se entona La Patria valenciana o Himno de la Coronación de la Virgen y el Himno de la Comunidad Valenciana por más 30.000 personas que llenan la plaza y las calles adyacentes. A las 10.30 horas se procede al traslado de la imagen desde la Basílica a la Catedral entrando por la Puerta de los Hierros.
Este acto es muy famoso y la Virgen, entre vivas y piropos, es llevada en volandas, pasando de unos a otros, hasta que, de espaldas, entra en la Catedral.
A las 19h la Virgen sale de la Catedral e inicia un recorrido procesional que la lleva por las calles de la Valencia antigua, a su paso, miles de pétalos de rosa son lanzados desde los balcones engalanados.
Al día siguiente se celebra, al anochecer, la Ronda a la Virgen, un concierto que combina la música coral y las danzas regionales y que se realiza en honor a la Virgen de los Desamparados.
El jueves siguiente, el templo aparece adornado de flores. Es la fiesta de las floristas en honor a la patrona. Por la tarde todas las tunas de la ciudad rondan a la Virgen.
El último acto reseñable se celebra el segundo miércoles después de la fiesta, con un besamanos a la imagen que provoca colas interminables desde las siete de la mañana.