Ser espiritual.
Un espíritu o ser espiritual es una supuesta entidad no corpórea que aparece en muchas religiones.
En algunas partes del mundo se cree que los espíritus son capaces de poseer a las personas.
Históricamente, a los espíritus les han sido atribuidos un número de poderes, tanto sobre la naturaleza como sobre seres humanos. Muchas veces se dice que los poderes de un espíritu están ligados a su propósito de creación.
El Espíritu en las religiones.
La palabra espíritu en su contexto religioso ha llegado a obtener un número de significados.
Sinónimo de Fantasma, Demonio o Duendecillo.
Sinónimo de Alma. En términos teológicos, un espíritu es la parte más profunda del alma del hombre, a través de la cual los seres humanos pueden ponerse en contacto con Dios.
En la teología occidental, el Espíritu Santo es una persona de la Divina Trinidad (Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. El Padre, Dios, como la fuente, el Hijo, Jesús como el caudal, el camino, y el Espíritu como la transmisión.
En muchas culturas, los espíritus existen en el mismo plano que los dioses, aunque en un rango de jerarquía menor, como por ejemplo los Elfos nórdicos o los ángeles en el cristianismo.
Espíritu Santo.
Según la doctrina cristiana los Dones del Espíritu Santo, se clasificarían en 7 aspectos que pueden ser vistos mediante las siguientes explicaciones el primero se basa en la Sabiduría, el segundo en Entendimiento, el tercero en Consejo, el cuarto en la Fortaleza, en el quinto la Ciencia, en el sexto la Piedad, y por último encontramos el Don de temor de Dios
El Don de Sabiduría, sería concedido por el Espíritu Santo que permitiría apreciar lo que vemos, lo que presentimos de la obra divina.
El Don de Entendimiento, es el del Espíritu Santo que lleva al camino de la contemplación, camino para acercarse a la divinidad.
El Don de Consejo, consistiría en saber decidir con acierto, aconsejar a los otros fácilmente y en el momento necesario conforme a la voluntad de divina.
El Don de Fortaleza, es el don que el Espíritu Santo supuestamente concede al fiel, ayuda en la perseverancia, como una fuerza sobrenatural.
El Don de Ciencia, Es el don del Espíritu Santo que permitiría acceder al conocimiento. Es la luz invocada por el cristiano para sostener la fe del bautismo.
El Don de Piedad, el corazón del cristiano no debe ser ni frío ni indiferente. El calor en la fe y el cumplimiento del bien es el don de la piedad, que el Espíritu Santo derrama en las almas.
El Don de Temor de Dios, sería el don que salva a los creyentes del orgullo, suponiendo que lo deben todo a la misericordia divina.
Espiritualidad.
La espiritualidad suele relacionarse con la liberación del alma, atrapada o dominada por lo material.
El término espiritualidad puede tener diversos y diferentes significados, que varían notablemente según la tradición, doctrina, escuela filosófica o ideología que la trate, así como del contexto en que se utilice.
En un sentido amplio, significa la condición de espiritual. En este sentido, y referido a una persona, se refiere a una disposición, principalmente moral, psíquica o cultural, que posee quien tiende a investigar y desarrollar las características de su espíritu, es decir, un conjunto de creencias y actitudes características de la vida espiritual.
Esta decisión implica habitualmente la intención de experimentar estados especiales de bienestar, como la salvación o la liberación. Se relaciona asimismo con la práctica de la virtud.
Tradiciones propiamente espirituales.
En un sentido es posible hablar de prácticas espirituales sin estar específicamente bajo lo que habitualmente consideramos una religión organizada, aunque generalmente no dejan de ser prácticas tradicionales.
En occidente se relacionó habitualmente el término con doctrinas y prácticas religiosas, especialmente en la perspectiva de la relación entre el ser humano y un ser superior (Dios), así como con las doctrinas relacionadas con la salvación del alma, aunque actualmente se ha ampliado mucho su uso, y no son éstas las únicas formas en que se utiliza el término.
Se dice también de estilos o formas de vida que incluyen perspectivas relacionadas con el ámbito espiritual y sus prácticas, buscando, por ejemplo, la liberación. Otros enfoques diferentes también son posibles, iniciación, rito, Nueva Era.
Igualmente, puede entenderse sin referencia alguna a ningún ser superior o exterior al ser humano, utilizándose el término para referirse a una espiritualidad atea, o sin dios.
También puede hacer referencia más generalmente a la búsqueda del sentido de la vida.
Espiritismo.
El espiritismo, también llamado doctrina espiritista, es una doctrina nacida en Francia a mediados del siglo XIX. Está basada en los libros publicados por el escritor francés Allan Kardec (1804-1869).
El espiritismo se autodefine como ciencia que trata la naturaleza, origen y destino de los espíritus, así como sus relaciones con el mundo corporal. Como filosofía, comprende todas las consecuencias morales que dimanan de esas mismas relaciones.
La doctrina espiritista tiene seguidores en varios países alrededor del mundo.
Acepción del término espiritismo.
El término espiritismo surgió como un neologismo creado por el francés Allan Kardec para nombrar específicamente la doctrina de los espíritus, el cuerpo de ideas recopiladas por él en El libro de los espíritus (1857).
Muchos espiritistas hispanohablantes prefieren nombrar la doctrina y a sí mismos con la palabra portuguesa espírita.
Diferencias entre el espiritismo francés y el inglés.
Vale la pena considerar también que el espiritismo francés y el espiritismo inglés formaron instituciones independientes, aunque prácticamente iguales en sus principios y ambos términos se traducen al español indistintamente como espiritismo.
Sin embargo, la utilización del término, cuya raíz es común a diversas naciones occidentales de origen latino o anglosajón, hizo que él fuese incorporado rápidamente al uso cotidiano para designar todo lo que tenía relación con la comunicación con los espíritus. Así por espiritismo, hoy se identifica a las varias doctrinas religiosas y filosóficas que creen en la sobrevivencia del alma después de la muerte del cuerpo físico, y, principalmente, en la posibilidad de comunicarse con ellos, causal o deliberadamente, por evocaciones o de forma natural.
De este modo la palabra se utiliza para referirse a dos conceptos, el espiritismo como contacto con los espíritus, y como doctrina que estudia el origen, destino y naturaleza de los espíritus.
Fundamentos principales.
Los principios fundamentos del espiritismo contenidos en sus obras fundamentales.
La existencia y unicidad de Dios
No existe el cielo ni el infierno eterno, la felicidad o infelicidad relativas después de la muerte las determina el estado moral y psicológico del individuo.
La pluralidad de mundos habitados. La Tierra no sería el único planeta con vida en el universo. El pasaje del espíritu por diferentes planetas, le permitiría al mismo progresar hasta acercarse cada vez más a la perfección.
La noción de que los espíritus son responsables de sus actos durante toda su existencia.
Según los espiritistas, la relación humana con lo espiritual no necesita ninguna mediación institucional. Una espiritualidad natural es suficiente y es más apropiada para la realización humana.
El espiritismo carece de rituales, culto, templos o sacerdotes, por lo que los espiritistas no lo consideran una religión.
Caracteres de las reuniones espiritistas.
Si se compara el modelo espírita con las características generales de los sistemas religiosos más comunes, encontramos que la reunión espírita reúne ciertas características.
Ausencia de jerarquía sacerdotal.
Total ausencia de culto a imágenes, altares, etc.
Ausencia de cualquier ritual o sacramento: bautismo, casamiento, etc.
Incentivo al respeto y tolerancia de todas las religiones. Muchos espiritistas lo consideran su segunda religión.
La práctica espiritista es gratuita y sin ánimo de lucro, aunque la participación en las instituciones espíritas se ajusta a los parámetros comunes a toda sociedad civil.
De acuerdo a las legislaciones de cada país, las instituciones espíritas se adecúan a sus leyes internas para Asociaciones Civiles u otros marcos legales
Existe una teoría sobre el fenómeno, que lo comprende y lo incluye en un sistema.
Existe una teoría del método, que permite operar e intervenir sobre el fenómeno.
Existe experimentación.
Estos aspectos en general suelen estar implícitos, ya que la Doctrina Espiritista no ha desarrollado, al menos hasta el momento, una comunidad científica internacional que respalde una epistemología.
Historia.
Antecedentes
Desde la Antigüedad la humanidad ha creído posible comunicarse con los espíritus de los muertos. En la Grecia antigua, se daba por cierto que los difuntos habitaban en el Hades y era posible entrar en contacto con ellos mediante rituales mágicos. En La Odisea, de Homero, Odiseo llega al Hades y lleva a cabo un ritual, según lo indicado por la hechicera Circe, con lo cual logra hablar con el espíritu de su padre y con los de sus compañeros muertos en Troya. Asimismo, los chamanes de los pueblos originarios de Asia y Oceanía afirmaban tener la capacidad de comunicarse con los espíritus de los difuntos.
Durante la Edad Media, se mantuvo la creencia de que los espíritus regresaban regularmente al mundo de los vivos y se multiplicaron los cuentos de fantasmas. En Hamlet, el dramaturgo William Shakespeare presenta al fantasma del rey asesinado demandando venganza al protagonista, su hijo. Ese tipo de aparición estaba registrada en muchos relatos anteriores a la época de Shakespeare, pero no consta que hubiera una práctica propiamente espiritista para establecer la comunicación con los muertos.
El espiritismo en la cultura popular.
Muchas personas han tenido contacto con prácticas que intentan el contacto con los muertos a través de prácticas adivinatorias como el juego de la copa o la tabla güija. Los espiritistas ortodoxos, sin embargo, afirman que este tipo de técnicas no forman parte del cuerpo doctrinal del espiritismo.
Espiritistas célebres.
Victor Hugo (1802-1885), escritor francés.
Allan Kardec (1804-1869), escritor francés.
Charles Dickens (1812-1870), escritor británico.
Alfred Russel Wallace (1823-1913), investigador británico.
William Crookes (1832-1919), investigador británico.
Daniel Dunglas Home (1833-1889).
Amalia Domingo Soler (1835-1909), escritora y médium española.
Margaret (1836-1893) y Kate Fox (1837–1892), médiums canadienses.
Camille Flammarion (1842-1925), investigador francés.
León Denis (1846-1927), investigador francés.
Florence Cook (1848-?), médium londinense.
Oliver Lodge (1851-1940), investigador.
Eusapia Paladino (1854-1918), médium italiana.
Arthur Conan Doyle (1859-1930), escritor británico.
Ernesto Bozzano (1862-1943, investigador italiano.
Francisco I. Madero (1873-1913), médium escribiente, y presidente de México.
Chico Xavier (1910-2002), médium brasilero.
Espiritualismo.
El espiritualismo es el reconocimiento de la existencia de espíritus o seres no materiales.
Espiritualismo, movimiento religioso.
El espiritualismo es un movimiento religioso prominente de la década de 1840 a la de 1920. La característica distintiva del movimiento es la creencia en que los expertos pueden hacer contacto con los espíritus de los muertos. Se cree que esos espíritus habitan un plano espiritual superior que los humanos, y pueden aconsejar sobre problemas tanto mundanos como espirituales.
Creencias.
Aunque a lo largo de la historia algunas tradiciones espiritualistas han tenido sus propias creencias, algunos conceptos son compartidos.
La creencia en Dios
La creencia que el alma continúa existiendo después de la muerte física del cuerpo
Es posible que el alma cambie incluso después de la muerte
Cada persona debe de aceptar la responsabilidad de sus actos
En algunas corrientes de esta doctrina, la curación se ejerce mediante la posesión espiritual del terapeuta o médium, en este caso por los espíritus de médicos de épocas anteriores. El espiritualismo concibe a la enfermedad como producto del quebrantamiento de algún precepto moral, o bien como la posesión del paciente por algún espíritu maléfico.
Esta corriente religiosa divide la historia de la humanidad en tres tiempos, el primero, o era mosaica, en la que Moisés era portador de la palabra divina, el segundo donde Jesucristo llega a la Tierra para redimir a la humanidad, el tercero que se inicia en 1866 y marca la llegada del nuevo Mesías a la Tierra para acabar con la idolatría, el fanatismo y el materialismo. Este último periodo durará dos mil años durante los cuales el Creador se comunicará directamente con los hombres a través del entendimiento.
Fantasma.
Los fantasmas en el folclore de muchas culturas, son supuestos espíritus o almas desencarnadas que se manifiestan entre los vivos de forma perceptible (por ejemplo, tomando una apariencia visible, produciendo sonidos o aromas o desplazando objetos, principalmente en lugares que frecuentaban en vida, o en asociación con sus personas cercanas. Constituye uno de los tipos más conocidos de superstición.
Descripción.
Quienes dicen haberlos visto los describen como siluetas o sombras monocromas, por lo general oscuras o blanquecinas, más bien difuminadas, nebulosas o antropomórficas, de carácter inmaterial y trasparentes, que flotan y pueden no estar completas o no tener rasgos definidos ni rostro, pero también y más raramente aparecen opacos, de cuerpo entero y con apariencia humana normal.
Algunos parapsicólogos afirman que cuando se mueven adoptan la apariencia de esferas de luz u orbes, que supuestamente han sido filmados saliendo o entrando a través de paredes.
Según algunos parapsicólogos, la aparición del fantasma no suele sobrepasar unos pocos segundos, raramente llega al minuto, cuando ocurre, se supone que la temperatura baja sensiblemente, pueden acompañarlos aromas penetrantes, golpes, ruidos que generalmente son pasos, música o voces que pueden grabarse magnetofónicamente, los llamados fenómenos electrónicos de voz, mal llamados psicofonías, aunque cada uno de estos fenómenos puede darse también separada y aisladamente.
Su aparición supuestamente provoca a veces en los seres humanos decaimiento, opresión o cefaleas, en los lugares y en el momento de su manifestación estos parapsicólogos dicen haber medido una carga electromagnética inusual.
Se afirma también que en los lugares que frecuentan los fantasmas a menudo se descargan las baterías de los aparatos eléctricos destinados a captarlos o se apagan las luces, lo que se debería a que los fantasmas manipulan una cierta energía cinética, en forma de movimientos de objetos, frío o calor o electromagnética, o están relacionados de algún otro modo con distorsiones en las mismas.
Aseguran también que es un hecho muy frecuente y previo a su aparición un cambio físico o psíquico en el entorno en que se manifiesta, obras de reforma de una casa, un nuevo habitante en la misma, etcétera. Si se trata de un cambio anímico, suele ser un hecho emotivo y trágico, un fallecimiento o nacimiento recientes, un cambio hormonal.
Como las leyendas etiológicas, los fantasmas se creen ligados a un lugar. Se afirma que algunas veces han sido vistos y grabados traspasando muros sólidos, y que algunos pueden mover o transportar objetos de leve peso, pero siempre por poco tiempo. Supuestamente, obedecen a las leyes de la perspectiva según el punto del espacio desde el que se los contempla, muchos parecen sólidos y opacos, por lo que pueden ser filmados, se reflejan en los espejos y producen ruidos sincronizados con sus movimientos. Generalmente dan la impresión de ser tan reales como las personas vivas, aunque sólo durante un periodo de tiempo muy breve.
Historia.
Para los pueblos primitivos los fantasmas tenían una vida infinitesimal y miserable, insuficiente para animar y mover un cuerpo, hacer latir su corazón y darle aliento o respiración, pero vida al fin y al cabo, ya que tenían bastante o la suficiente fuerza para manifestarse en los sueños para atormentar o avisar a los vivos o como sombras y apenas necesitaban alimento, en las culturas antiguas con culto a los manes y antepasados había un día anual designado para alimentarlos con ofrendas de alimentos o sacrificios, que los cristianos han sustituido por flores en el Día de difuntos o de Todos los Santos.
Así se calmaba a los antepasados y se aseguraba su benéfica influencia. La creencia en La Odisea del griego Homero y la Eneida del latino Virgilio acogen viajes de ultratumba. Los romanos ponían un puñado de tierra sobre el cadáver porque si no el alma erraría por toda la eternidad en la ribera de la Estigia, y era preciso poner una moneda en la boca para pagar al barquero o el alma no tendría descanso.
Por eso aterraba a los romanos navegar por el mar, ya que no recibirían honras funerarias.
A los suicidas romanos se los enterraba con la mano cortada y separada del cuerpo, con el fin de desarmar a su espíritu, que hipotéticamente atormentaría a los vivos.
Los fantasmas buenos para los romanos eran los manes o espíritus de los antepasados, los malvados eran las almas de hombres malvados que vagan errantes por las noches y atormentan a los vivos. Plutarco, en el siglo I, describe unos baños encantados en donde aparecía el fantasma de un hombre asesinado.
Una de las teorías que intentan explicar la religión los derivaría de la tendencia del pensamiento primitivo a considerar que el mundo de los sueños forma también parte del real, por tanto, ver en sueños a personas fallecidas indica que no han muerto y que pueden interferir en la vida real. El origen de los fantasmas, pues, no sería distinto al de la religión en general.
En las civilizaciones orientales, como la china e india, los fantasmas son almas que rehúsan ser recicladas en el curso ciclo de la reencarnación, porque han dejado alguna tarea por terminar.
Los metafísicos y exorcistas de diversas religiones pueden ayudar al fantasma a reencarnarse o hacerlo desaparecer orientándolos o mandándolos a otra dimensión de existencia.
En la creencia china e india, además de reencarnar, un fantasma puede también optar a la inmortalidad transformándose en semidiós y puede a través de su elevación espiritual trascender diversos planos o servir a los seres humanos, o bien puede bajar al infierno.
En Japón, la religión reconoce la existencia de espíritus de todo tipo y acepta la creencia en fantasmas como parte de la vida cotidiana. En la cultura malaya son prácticamente innumerables las leyendas y clases de fantasmas.
En Occidente la creencia en fantasmas se fue difuminando desde la creencia irracional en ellos de la Edad Media al escepticismo de la Ilustración en el siglo XVIII, cuando el padre Feijoo, embutido en una lucha sin cuartel contra las supersticiones, llegó a decir que no hay fantasma ni espectro que no desaparezca al conjuro de una buena tranca.
En el siglo XIX la creencia en fantasmas resurgió poderosamente merced a la tendencia irracionalista del Romanticismo y el desarrollo del Espiritismo, la Teosofía y la Parapsicología.
Todavía en el siglo XX y XXI se sigue considerando a los fantasmas como almas en pena que no pueden encontrar descanso tras su muerte y quedan atrapados entre este mundo y el otro, a pesar del desarrollo de una corriente positivista, escéptica y científica, que intenta desacreditar esta superstición y cuyos representantes más conocidos son ilusionistas.
La creencia general común supone que el alma de un fallecido no encuentra descanso por una tarea que el difunto ha dejado pendiente o inconclusa, promesa, así, puede tratarse de una víctima que reclama venganza o un criminal que, por alguna causa, haber sido enterrado con símbolos sagrados, por ejemplo ve diferido su ingreso en el purgatorio o infierno.
En las creencias de la Nueva Era, se intenta racionalizar la creencia tradicional afirmando que los fantasmas son cúmulos de energía negativa o que se trata de imágenes holográficas de personas que han dejado impregnado el ambiente con su imagen y sus actividades.
Clases de fantasmas.
Apariciones que frecuentan habitualmente un lugar determinado. Generalmente no suscitan miedo, son inofensivos y a veces llegan a ser tratados como un miembro más de la familia.
Apariciones tras la muerte. Suelen tener lugar muy poco tiempo después de la muerte de la persona reaparecida, y no acostumbran a estar relacionadas con un lugar o acontecimiento concreto, parecen ser como despedidas.
Apariciones en casos críticos, el aparecido es alguien que está viviendo una experiencia importante, a menudo desconocida por el testigo de la aparición, como un accidente, una enfermedad o, por supuesto, la muerte, y se muestra ante una persona o personas simultáneamente a esa experiencia, no después de la misma.
Aparición inducida. En estos casos, el fantasma no es el de una persona muerta o moribunda, sino el de alguien vivo, que intenta con deliberación hacer que su imagen se haga visible a otra persona, se habla entonces de bilocación, si se trata de santos.
En este tipo de apariciones parecen haberse excluido aquellas en las que la aparición adopta una actitud comunicativa e interactiva con aquel a quien se muestra, pudiendo hablar o comunicarse con él, mucho tiempo después de su fallecimiento.
Los fantasmas más frecuentes poseen una tipología escindida en cuatro clases.
Fantasmas residuales, o visiones que realizan actos repetitivos y carecen de actitud comunicativa o interacción con los observadores.
Fantasmas conscientes, que pueden comunicarse e interactuar con los observadores.
Encantamientos duraderos de lugares concretos donde se manifiesta uno o más fantasmas desde hace mucho tiempo.
Poltergeist o espíritus burlones, fenómenos de duración más reducida ligados a una persona, por lo general adolescente o joven en la que se mueven objetos solos, se escuchan golpes repetitivos o ruidos y se encienden o apagan luces.
Fantasmas y espiritismo.
Sin embargo algunas almas se desvían de ese camino, no parecen tener una autoconsciencia completa de su ser, la tienen, pero sólo hasta cierto punto, porque no han logrado todavía resolver sus dudas existenciales. Se trata de fantasmas, entidades desencarnadas que se torturan y fustigan cruelmente con asuntos no resueltos en su vida anterior.
Que no acepten su propia muerte, que no quieran reconocer que han desencarnado.
Que se sientan culpables por no haber concluido correctamente algún asunto durante su vida humana.
Que se sientan atados o ligados afectivamente a alguna persona o lugar cuando estaban con vida.
Que sientan odio o rencor consigo mismos o con alguien de su entorno como humanos.
Que sientan que no merecen estar en ninguna parte y que ya no les queda esperanza.
Un fantasma se construye con algunas de las actitudes no resueltas de un humano mientras vivía encarnado en su cuerpo físico, padece carencias, obsesiones, sentimientos de culpabilidad, apegos irresistibles, miedos o desesperanza.
Por no cuidar esas actitudes, según el Espiritismo, uno se puede transformar en un posible candidato a fantasma el día de mañana. La labor del médium ha de consistir en orientar y aconsejar para poder cambiar esas actitudes. Debe ser capaz de sentir que está a tiempo de rectificar o de perdonar o ser perdonado, ser capaz de sentir que tiene una segunda oportunidad en la que podrá aprender de sus errores del pasado y convertirlos en un valioso conocimiento para el futuro.
Este cambio de actitud para el fantasma, que no sería sino una entidad mendiga que pide afecto, comprensión, y oportunidad para un cambio, debe proporcionárselo el médium. Una vez el fantasma ha comprendido, espontáneamente sucede aquello largamente ignorado o no esperado por él, sabe que puede sentirse libre y continuar su camino de evolución en niveles superiores de conciencia y puede seguir su camino en paz creciendo existencialmente hacia otros planos, bien en una forma encarnada o bien en una forma espiritual. Ha comprendido que la capacidad de ordenar sus experiencias le permiten ser su mejor maestro y enseñar a otras entidades a no repetir su mismo error.
En el vocabulario espiritista no se utiliza la palabra fantasma, sino espíritu, ente o entidad.
Algunas almas no habrían pasado a otro nivel de existencia por miedo a quemarse eternamente, por simple obstinación o por poseer demasiado apego a este nivel de existencia o a algunas cosas y personas de este nivel de existencia.
Otra explicación a este fenómeno, que permite una leve unificación entre la física contemporánea y esta creencia sobrenatural, y que se funda en presuntos experimentos llevados a cabo con equipo técnico en varias partes del mundo a partir de 1945, sugiere que al momento de morir, subsiste de algún modo la información cuántica, el modelo molecular del ser vivo, la cual, mediante la combinación de factores adecuados, de espacio, tiempo y energía, se manifiesta como si tuviera un cuerpo, pudiendo realizar acciones, ruidos, movimiento de objetos, apariciones, lo cual depende en gran medida del voltaje e intensidad del campo de iones positivos presente en dicho lugar.
Fantasmas y catolicismo.
El último Catecismo de la Iglesia Católica no admite la existencia del limbo, aunque algunos teólogos la postulan, pero sí la del Purgatorio, al contrario que el Luteranismo protestante. Estima perjudicial, autodestructivo y pecaminoso el uso de la necromancia, la Ouija, el Tarot y cualquier ceremonia o procedimiento no religioso con el cual se obtenga comunicación con la otra vida; según exorcistas y demonólogos como el padre José Antonio Fortea, recurrir a estos rituales, fuera de ser extremadamente peligroso desde un punto de vista psicológico, supone dejar puerta abierta para que entre sin invitación uno cualquiera de la numerosa jerarquía de espíritus no humanos o demonios. Por otra parte, según la escatología de algunos teólogos, existe un limbo al que van las almas, criaturas, seres no humanos y ángeles indecisos, que no son ni buenos ni malos ni se han puesto de parte de nadie, esperando el lugar que Dios les dará cuando ocurra el juicio final. En cuanto a la consulta de mediums, en Deuteronomio XVIII, 12-14, no se niega la existencia de estas personas, pero se dice que no se debe recurrir a ellos:
Cuando entres a la tierra que Yahveh tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Yahveh cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Yahveh tu Dios echa estas naciones de delante de ti.
Ciertamente hay almas perdidas, temerosas o ignorantes que desconocen cómo entrar o estar en el Purgatorio o fantasmas que se introducen en un cuerpo humano; estas almas se marchan con el simple poder de la oración y no necesitan exorcismos. Los demonios, espíritus no humanos, por el contrario, pueden poseer lugares (la llamada infestación) o personas (la posesión demoniaca) y, si están ocultos, se manifiestan al cabo de intensas, prolongadas y duraderas sesiones de oración. Los demonios sólo poseen el poder de tentar y atacan el lado más débil de la persona tras un paciente y profundo estudio de la misma. Una vez que uno distingue bien entre posesión e infestación, los fantasmas son un fenómeno distinto: son apariciones de personas que están en el Purgatorio, pero las características de estas apariciones son siempre las mismas y muy distintas de la infestación:
El alma se aparece con forma humana
No dice nada
Se aparece con carácter amenazante y terrorífico
Nunca mueve objetos, ni produce ruidos. Cuando se aparece se queda mirando con cara de pocos amigos y después desaparece sin más. No es un demonio porque, fuera de que el fenómeno nunca va a más, desaparece si se dicen misas u oraciones por su alma. Esas apariciones son un modo de llamar la atención para que se rece por esa alma en concreto.
Comunicación con fantasmas.
A medida que el hombre moderno ha ido desarrollando nuevas tecnologías de comunicación, los interesados en obtener información de fantasmas las han usado y así se habla de psicofonías o grabaciones sonoras en las que supuestamente se oye la voz o los movimientos de algún difunto, de imágenes estáticas o en movimiento en las que presuntamente puede distinguirse alguna presencia fantasmal.
Fantasmas célebres.
Algunas historias de fantasmas parecen ser leyendas urbanas universales, como la de La Dama Blanca o autoestopista fantasma. De todas formas, el carácter huidizo de estos fenómenos parece indicar que los fantasmas tienen más miedo de las personas que algunas personas de los fantasmas.
Verónica, leyenda urbana.
El fantasma del espejo es una leyenda urbana sobre un espíritu que aparece al ser pronunciado su nombre un número determinado de veces, variable según las versiones frente a un espejo. En España se conoce al personaje como Verónica o María la Paralítica. La leyenda suele aparecer vinculada a un juego o ritual adivinatorio.
No resulta fácil establecer el origen de la figura, ligada a la creencia, común en muchos lugares, de que las almas de los muertos se manifiestan en ocasiones en los espejos. Algunos han querido vincularla con santa Verónica
Autoestopista fantasma.
La autoestopista fantasma o muerta de la curva es una leyenda urbana. Al igual que la mayoría de estas historias, no tiene un origen definido y está dispersa por una extensa área geográfica. Aunque hay muchas versiones del relato, todas coinciden en que gente viajando en vehículos se encuentra con autoestopistas que luego desaparecen sin explicación alguna, generalmente en el propio vehículo en movimiento.
La leyenda circula desde hace siglos, y ha ido adaptándose a los cambios en el sistema de transporte. En las versiones más antiguas, la joven paraba a los jinetes para que la subieran al carruaje, o a la grupa de su caballo. Algunos consideran que una de las primeras versiones se relata en la Biblia, Hechos 8:26-39.
La actual sede del Catastro de Granada goza de la siniestra fama de ser uno de los lugares más encantados de España. Los rumores remontan a los años setenta del siglo XX, pero son muy anteriores: hay tradiciones que hablan de maldiciones, desprendimientos de imágenes religiosas y otros objetos en el templo que hubo allí en siglos anteriores, de ruidos extraños y de la propensión a accidentes y caídas de objetos que asustaba a los trabajadores del lugar cuando fue un almacén.
Se encuentra emplazada sobre antiguos enterramientos en un lugar donde hubo tres mezquitas, un aljibe para abluciones y una rápita, así como dos antiguas iglesias posteriores consagradas a la Magdalena.
Muchos vigilantes han dejado su trabajo, los cajones y archiveros se abren, las máquinas escriben solas, los objetos desaparecen o se mueven, se ven sombras, suenan ruidos inexplicables y hay violentos descensos de temperatura.
En 1985 se convirtió en la Diputación de Granada, motivo por el cual se empezaron a divulgarse en los periódicos, por parte de funcionarios asustados, los habituales fenómenos de poltergeist del lugar. Cuanto más se estudiaba la historia del lugar, más hechos malditos y luctuosos se descubrían, una extraña sensación hace a la gente desear salir del edificio. El lugar es uno de los más estudiados por la parapsicología española.
La Casa de las Siete Chimeneas de Madrid cuenta con el fantasma de una joven desposada que murió de pena cuando su marido, un joven capitán, murió en la Batalla de San Quintín, en ese mismo lugar se suicidó su padre ahorcándose en una de las vigas de la mansión. Se dice que la joven era amante del rey y éste envió a su marido a la batalla para que muriera, y también que el padre emparedó a la hija para ocultar un incesto, el caso es que se aparecía una dama blanca con antorcha dándose golpes en el pecho algunas noches en el tejado y tras el toque de ánimas. También se habla de una muchacha casada con un viejo rico que fue asesinada a puñaladas en su sótano, encontrándose esparcidas sus arras.
En la calle Monasterio de Madrid hay una tienda anticuaria, El baúl del monje, que se asienta en una casa donde pereció anteriormente un abogado en un violento incendio. Cuando se emprendieron obras de reforma en 1998 aconteció uno de los poltergeist más violentos que se han documentado en España: lámparas que se movían, desplazamientos y choques de objetos y estatuas, portazos, ruidos, muebles que se colocaban en el pasillo para impedir el paso, manecillas de reloj que se movían a toda velocidad, e incluso el extrañísimo y raro fenómeno de los aportes, esto es, en parapsicología, materializaciones de objetos, en este caso monedas fuera de circulación, botones, esquirlas de vidrio y trozos de madera quemada que caían del techo a toda velocidad.
Palacio Real de Madrid, Madrid, ruidos extraños y otros fenómenos paranormales relacionados con el supuesto encantamiento de este lugar, incluso antes de que se construyese el edificio.
Plaza Mayor de Madrid, gritos de dolor como reminiscencias de las ejecuciones públicas que se dieron en este lugar, además de apariciones de los condenados en las casas de alrededor.
El Baúl del Monje en Madrid. Una tienda de antigüedades en la que suceden diversos hechos paranormales, algunos incluso violentos con las personas del lugar. El grupo de investigación paranormal HEPTA se acercó al lugar a investigar y consiguieron material gráfico bastante interesante. Es uno de los casos más inquietantes.
Museo Reina Sofía (Madrid) – El Museo fue durante siglos un hospital, desde su rehabilitación como museo se han sucedido hechos paranormales. Apariciones de monjas, golpes, cánticos.
Vamos a dejar clara una cuestión.
1.- Nosotros vinimos a esta tierra por propia voluntad, conociendo lo que queríamos y lo dejamos firmado, conocemos la hora de nuestra muerte, pero claro todo eso ha quedado borrado de la memoria, ya que, en este planeta todo es materia.
2.- La Tierra es uno de los planetas experimentales, guerras, hambre, enfermedades y todo lo peor que un cuerpo humanos pueda tener, lo tenemos aquí, por ello no queda más remedio que estar para las verdes y las maduras, plena aceptación y plena resignación.
3.- Estamos en lo peor que se pueda encontrar en nuestra Galaxia, solo moriremos una vez, después tendremos vida eterna, según o no hayamos progresado positiva o negativamente en nuestro contacto con la materia.
4.- Lo experimentos a que la Tierra está sometida son lo que son, se necesitan para su aplicación a otros mundos creados o por crear.
4.- Recordáis “En la casa de mi Padre hay muchas moradas”, o sea que nos encontraremos después de la muerte en mundos paralelos a este, pero muy distintos a como somos, están concebidos para progresar continuamente y dejar todo rastro de materia eliminado.
Bueno, ya seguiremos Dios mediante.