San Bernardo,Abad (Festividad 20 de Agosto)
San Bernardo de Claraval, por haber sido canonizado en la Abadía de Claraval.
San Bernardo de Chiaravalle, por haber dirigido la construcción de la Abadía de Chiaravalle que fue consagrada a Santa María de Chiaravalle.
Es el mismo, solo que repetido. Crea confusión, leamos, leamos.
Bernard de Fontaine, conocido como Bernardo de Claraval, nació en el Castillo de Fontaine en Borgoña (Francia) en 1090. Falleció en la Abadía de Claraval,Champaña-Ardenas, Francia, el 20 de agosto de 1153, monje cisterciense francés y abad de la abadía de Claraval.
Con él, la orden del Císter se expandió por toda Europa y ocupó el primer plano de la influencia religiosa. Participó en los principales conflictos doctrinales de su época y se implicó en los asuntos importantes de la Iglesia. En el cisma de Anacleto II se movilizó para defender al que fue declarado verdadero papa, se opuso al racionalista Abelardo y fue el apasionado predicador de la segunda Cruzada.
Es una personalidad esencial en la historia de la Iglesia católica y la más notable de su siglo. Ejerció una gran influencia en la vida política y religiosa de Europa.
Sus contribuciones han perfilado la religiosidad cristiana, el canto gregoriano, la vida monástica y la expansión de la arquitectura gótica.
La Iglesia católica lo canonizó en 1174 como san Bernardo de Claraval, y lo declaró Doctor de la Iglesia en 1830.
Biografía.
Fue el tercero de siete hermanos. Su padre era caballero del duque de Borgoña y lo educó en la escuela clerical de Châtillon-sur-Seine. Después de la muerte de su madre, entró en la Orden del Císter.
Esta orden había sido fundada pocos años antes por el abad Roberto bajo la regla de san Benito, sólo tenía un monasterio, y por la dureza de la vida que llevaban, tenía pocos miembros. Este monasterio se encontraba cercano a su casa paterna, siendo Odón, duque de Borgoña, su benefactor, habiendo contribuido a su construcción y donando tierras y ganados.
Cuando a los 23 años, en el año 1113, ingresó como novicio en la orden del Císter, le acompañaban hermanos, un tío y algunos amigos. Previamente los había probado durante seis meses, asegurándose de su lealtad y formando un grupo muy unido.
El convencer a tantos fue una labor ardua, especialmente a su hermano Guido, que estaba casado y tenía dos hijas, y que finalmente dejó a su familia y entró en la orden. Posteriormente entrarían en la orden su padre y su hermano menor.
El año 1115, Esteban Harding, el abad de Císter, ante el doble problema de la masiva presencia del clan de los Fontaine y el repentino hacinamiento que habían provocado en su monasterio, decidió enviar a Bernardo a fundar el monasterio de Claraval, una de las primeras fundaciones cistercienses.
Fue designado abad del nuevo monasterio, puesto que desempeñó hasta el final de su vida. Fue el obispo de Chalons-sur-Marne.
El inicio de Claraval fue muy duro. El régimen impuesto por Bernardo era muy austero y afectó su salud. Guillermo de Champeaux debió intervenir, delegado por el capítulo general del Císter, para vigilar la salud de Bernardo suavizando la falta de alimentación y la mortificación implacable que se imponía a sí mismo. Este se vio obligado a dejar la comunidad y trasladarse a una cabaña que le servía de enfermería y donde era atendido por unos curanderos.
A lo largo de su vida fundó 68 monasterios distribuidos por toda Europa. Los inicios fueron lentos. En los 10 primeros años sólo se establecieron tres nuevas fundaciones. A partir de 1130 se extienden las primeras abadías por Alemania, Inglaterra, Italia y España.
Espiritualmente fue un místico y se le considera uno de los fundadores de la mística medieval. Tuvo una gran influencia en el desarrollo de la devoción a la Virgen María.
Bernardo fue un inspirador y organizador de las órdenes militares, creadas para acoger y defender a los peregrinos que se dirigían a Tierra Santa y para combatir el Islam. Así, tuvo gran influencia en la creación y expansión de la Orden del Temple, redactó sus estatutos e hizo reconocerla en el Concilio de Troyes, en 1128.
En 1130, el Cisma del antipapa Anacleto lo apartó de la vida monástica en clausura y comenzó una intensa actividad pública en defensa de Inocencio II. Estuvo movilizado de 1130 a 1137 e hizo del abad uno de los políticos más influyentes de su tiempo.
Participó en las principales controversias religiosas de su época. Sostenía que el conocimiento de las ciencias profanas es de escaso valor comparado con el de las ciencias sagradas.
La predicación en la Iglesia medieval era esencial y Bernardo fue uno de sus grandes predicadores. Reclamado constantemente por la clerecía local, realizó numerosos viajes por el sur de Francia, Renania y otras regiones. También predicó las excelencias espirituales de la vida monástica y convenció a muchos para que ingresasen en la orden cisterciense. Se le conocía como Doctor melifluo (boca de miel).
Se desplazaba habitualmente a pie, acompañado de un monje, que hacía de secretario y escribía a su dictado durante los desplazamientos.
Bernardo predicó en el Languedoc en 1145 a los cátaros o albigenses, siendo elogiado, pero en Verfeil, cerca de Toulouse, se le abucheó. Años después de la muerte de Bernardo, en 1209, los cátaros fueron declarados herejes, y varios cistercienses se pusieron al frente de la cruzada que reprimió este movimiento.
En 1145, Eugenio III fue nombrado papa. Es el primer papa cisterciense y discípulo de Bernardo. Había coincidido con él en uno de sus viajes y le siguió desde Italia hasta Claraval. Allí pasó 10 años de vida monástica. En 1140, Bernardo lo había enviado a Italia como abad de Tres Fontanes, la 34 fundación de Claraval.
Su mayor y más trágica empresa fue la Segunda Cruzada, cuya predicación fue por completo obra de Bernardo. Allí apareció con toda su fuerza y con toda su debilidad su ideal religioso. Su fracaso afectó negativamente a su influencia y a su figura carismática, excepcional hasta entonces tanto con el poder religioso como político.
En 1153, enfermó del estómago -no retenía la comida y las piernas se le hinchaban, quedó muy débil y murió.
Fue canonizado el 18 de junio de 1174 por el papa Alejandro III, siendo declarado Doctor de la Iglesia por Pío VIII en 1830. Su fiesta litúrgica se celebra el 20 de agosto en el aniversario de su muerte. Sus atributos iconográficos son la pluma, el libro, el perro, el dragón, la colmena y la figura de la Virgen María.
Abadía de Claraval.
La abadía de Claraval es un monasterio cisterciense fundado en 1115 por San Bernardo de Claraval, situado en la localidad francesa de Ville-sous-la-Ferté, en el departamento del Aube. Desde 1808, está destinado a prisión.
El complejo de edificios está clasificado como monumento histórico de Francia desde 1981 y pertenece al Ministerio de Cultura francés desde 2003, quien está realizando su restauración. Se puede visitar todo el año.
Historia
El terreno para la construcción fue donado por un pariente de Bernardo y se aceptó como bueno al contener los elementos imprescindibles para una edificación de este tipo (agua y madera en los alrededores, dado que los cistercienses que respetaban la regla de San Benito llevaban una vida de recogimiento y no debían salir).
La abadía de Claraval estuvo organizada hasta el siglo XVIII de acuerdo a los códigos de la orden. De hecho, las necesidades de la vida monacal se perciben en la arquitectura, que contiene agrupados en torno al claustro edificios dedicados a la vida de los monjes y hermanos legos, edificios comunes (molinos, cocinas, etc.) y la zona dedicada a la oración. Fuertes muros intercalados con torres de vigilancia delimitaban el perímetro de la abadía, y un muro adicional de norte a sur separaba las zonas monásticas de las otras, agrícolas, talleres, otros.
La abadía fue reconstruida en 1700, conservándose el dormitorio de los legos que había sido utilizado como granero hasta la fecha. Este edificio de 70 metros de largo, 15 de ancho y tres naves data del siglo XVII y es característico de la arquitectura cisterciense.
Tiene un primer piso que alberga la cava y el refectorio, y que aún puede distinguirse hoy en día, y un segundo piso ocupado por el dormitorio. El conjunto respeta la idea de arte cisterciense definida por San Bernardo: la sobriedad como contraposición al lujo de las construcciones de la orden de Cluny.
De entre los otros edificios abiertos al gran público cabe destacar el claustro, edificado en el siglo XVIII con estilo clásico.
El conjunto de la abadía fue incautado y declarado bien nacional en 1792, siendo vendido a manos privadas que instalaron en ella una fábrica de vidrios. Tras la bancarrota de la misma fue recomprado por el Estado y destinado a prisión en 1808.
Este hecho es relativamente frecuente durante el siglo XIX tras las reformas del código penal, otras abadías fueron reconvertidas en su momento en prisiones,debido a la utilidad que presentaban al efecto sus anchos muros. En 1812 se vendió parte de la abadía como cantera, lo que acabaría costando el puesto del director de la prisión.
Abadía de Chiaravalle. Milán (Italia)
La abadía de Chiaravalle, también conocida como Sanctae Mariae Claraevallis Mediolanensis o Santa María de Roveniano, es un complejo monástico cisterciense situado en el municipio de Milán, entre los barrios de Vigentino y Rogoredo. Fue construida hacia 1135 por Bernardo de Claraval como filiación de la abadía de Citeaux.
A su alrededor se desarrolló un burgo agrícola, que fue anexionado al municipio de Milán en 1923.
La iglesia es un uno de los primeros ejemplos de arquitectura gótica en Italia, y gracias a las donaciones de terrenos y a las obras hidráulicas de los monjes que habitaban en ella, fue fundamental para el desarrollo económico de esa zona en los siglos sucesivos a su fundación.
El 10 de octubre de 1134, llegaron a Lombardía los primeros cistercienses provenientes de la localidad de Moiremont, Francia.
Otro grupo de cistercienses, que provenían de Cîteaux, llegó a inicios de 1135 a Milán, como huéspedes de los benedictinos de San Ambrosio, con la finalidad de apoyar al papa Inocencio II en su disputa con el antipapa Anacleto II, controversia que contraponía al resto de Lombardía contra la ciudad de Milán.
Bernardo de Claraval, tras llegar a la ciudad de Milán, convenció a los milaneses para que sostuvieran al papa Inocencio II, poniendo fin a la larga guerra que había contrapuesto a la ciudad con el resto de Lombardía.
Las autoridades milanesas, por reconocimiento a Bernardo se comprometieron a construir un gran monasterio cuya edificación fue dirigida por el mismo Bernardo, quien colocó el complejo a cinco kilómetros de la Porta Romana, en una zona pantanosa, luego saneada por los monjes, al sur de la ciudad llamada Roveniano o Rovegnano.
Dejó allí a un grupo de monjes con la finalidad de recaudar dinero para la construcción de la iglesia.
Las primeras edificaciones realizadas por los monjes fueron provisorias, y solo entre el 1150 y el 1160 se inició la construcción de la iglesia actual, que luego se prolongó cerca de setenta años, hasta 1222. Del templo originario no quedó rastro.
El 2 de mayo de 1221, el obispo de Milán, dedicó la Iglesia a la Virgen María. De hecho, en la esquina noroeste del claustro se encuentra un epígrafe en caracteres semigóticos, que es la piedra colocada para aquella ocasión y que reza.
En el año de gracia de 1135, fue construido este monasterio por el beato Bernardo, abad de Claraval.
En 1221 fue consagrada esta iglesia por el arzobispo de Milán, el 2 de mayo, en honor de Santa María de Chiaravalle.