San Antonio de Padua, también venerado como San Antonio de Lisboa, nació en Lisboa, 15 de agosto de 1195. Falleció en Padua el 13 de junio de 1231.
Fraile de la Orden de San Francisco, predicador y teólogo portugués. Nació con el nombre de Fernando, siendo sus padres Martín de Bullón, descendiente del rey de Jerusalén, Godofredo y María Teresa de Tavera, de estirpe de los reyes de Asturias, por lo tanto San Antonio tenía sangre española.
El 21 de Agosto, fue bautizado en la Catedral de Lisboa, donde aún se conserva la pila.
En el año 1200, teniendo 5 años, ante la imagen de la Virgen de la Catedral de Lisboa, hizo voto de castidad.
En 1205 comenzó sus estudios en Lisboa, en la Iglesia Catedral de Santa María.
En 1210 termina los estudios de las sagradas letras y las de artes y humanidades.
A los 15 años, entró en el Monasterio de San Vicente de Fora de los canónicos regulares de San Agustí, sito en Lisboa.
En 1212 se trasladó al Monasterio de Santa Cruz en Coimbra. Allí se hizo santo y salió hecho sabio.
A finales de 1219 o principios de 1220, fue ordenado sacerdote en la Catedral de Coimbra.
En 1220 se convirtió en fraile franciscano. Viajó mucho, viviendo primero en Portugal y luego en Italia y Francia. En 1221 participó junto con unos 3 000 frailes del Capítulo general de Asís (el más multitudinario de los llamados Capítulos de las esteras), donde vio y escuchó en persona a Francisco de Asís. Su convicción, cultura y talento como predicador se mostraron por primera vez en Forlì en 1222. Pronto se divulgó la noticia de la calidad de su sermón, y Antonio recibió una carta del propio san Francisco con el encargo de predicar y de enseñar Teología a los frailes. Luego, fue comisionado por el mismo Francisco para luchar contra la propagación de la herejía cátara en Francia. Se trasladó más tarde a Bolonia y a Padua.
Su capacidad de prédica era proverbial, a punto de ser llamado Arca del Testamento por Gregorio IX en 1228. Sus mensajes desafiaban los vicios sociales de su tiempo, en forma especial la avaricia y la práctica de la usura.
Asistió en Asís a la canonización de San Francisco.
Según los escritos de la época, sus últimas predicaciones realizadas en la Cuaresma de 1231 tuvieron un éxito popular notable. Aquejado por continuas enfermedades, perseveraba en la enseñanza y en la escucha de confesiones hasta la puesta del sol, a menudo en ayunas. La multitud de gente que acudía desde las ciudades y pueblos a escuchar las predicaciones diarias lo obligó a abandonar las iglesias como recintos de predicación para hacerlo al aire libre.
Después de la Pascua de 1231, Antonio se retiró a la localidad de Camposampiero, pero decidió retornar a Padua poco después. Ya en las proximidades de Padua, se detuvo en el convento de Arcella donde murió prematuramente cuando todavía no alcanzaba la edad de treinta y seis años. La celebración de las multitudinarias exequias y la multiplicidad de milagros en su tumba que se le atribuyeron promovieron su rápida canonización bajo el pontificado de Gregorio IX en mayo de 1232.
Canonización.
San Antonio de Padua es la persona que más rápidamente fue canonizada por la Iglesia católica, 352 días después de su fallecimiento, el 30 de mayo de 1232 fue solemnemente canonizado por el Papa Gregorio IX, y las campanas de Lisboa tocaron por si solas ese día.
El 16 de enero de 1946, Pío XII, proclamó a San Antonio de Padua Doctor de la Iglesia, bajo el título de «Doctor evangélico».
Se atribuyen a Antonio de Padua numerosos episodios de carácter místico, entre ellos la bilocación, ser entendido y comprendido por los peces cuando las personas despreciaron sus predicaciones, o de cargar en sus brazos al niño Jesús durante una noche. De allí surgieron numerosas representaciones iconográficas alusivas.
Bilocación.
Bilocación es el término utilizado para describir un fenómeno paranormal, sobrenatural o divino, según el cual una persona u objeto estaría ubicado en dos lugares diferentes al mismo tiempo.
Se efectuaría de dos maneras, o bien como bilocación del espíritu, también denominada viaje astral o experiencia extracorporal, o bien de cuerpo y alma. En el segundo caso las personas serían capaces de interactuar de forma normal en cada uno de los dos entornos, con posibilidad de experimentar sensaciones y manipular objetos físicos.
La Iglesia católica reconoce el fenómeno de la bilocación como una manifestación de la espiritualidad del ser humano y como un término acuñado en el ámbito de la literatura eclesiástica con clara orientación mística. Según Cristóforo Bove, relator para la Congregación de los Santos, no se trata de una cuestión de fe sobre la que la Iglesia tenga doctrina, sino de un fenómeno que “pone de manifiesto la gran espiritualidad del ser
humano”, con lo que sería posible para el catolicismo admitir los casos de bilocación entre personas de otras religiones.
La Iglesia católica ha reconocido la existencia del fenómeno desde el siglo XIX en santos y místicos, entre los que se citan a Santa María (madre de Jesús), San Francisco de Asís, San Antonio de Padua, San Francisco Javier, San Martín de Porres, San Pedro Regalado, San José de Cupertino, San Alfonso de Ligorio, San Juan Bosco, San Pío de Pietrelcina, sor María de Jesús de Ágreda, sor María de León Bello y Delgado y sor Ursula Micaela Morata.
El milagro de predicar a los peces.
Antonio de Padua fue el segundo santo más rápidamente canonizado por la Iglesia, tras san Pedro Mártir de Verona. Es uno de los santos católicos más populares y su culto se encuentra extendido universalmente. Su festividad se celebra el 13 de junio.