Santa Juana de Arco (Festividad 30 de Mayo).
Juana de Arco, nacida el 6 de enero de 1412. Fallecida el 30 de mayo de 1431, también conocida como la Doncella de Orleans es una heroína, militar y santa francesa. Su festividad se conmemora el día del aniversario de su muerte, como es tradición en la Iglesia católica, el 30 de mayo.
El misticismo de Juana.
Yo tenía trece años cuando escuché una voz de Dios, declaró Juana en Ruan el jueves 22 de febrero de 1431. El hecho sucedió al mediodía en el jardín de su padre. Añadió que la primera vez que la escuchó notó una gran sensación de miedo. A la pregunta de sus jueces, añadió que esta voz venía del lado de la iglesia y que normalmente era acompañada de una gran claridad, que venía del mismo lado que la voz.
La Iglesia Católica y la inmensidad de fieles, reconoció como verdaderas estas apariciones.
Cuando le preguntaron cómo creía que era aquella voz, ella respondió que le pareció muy noble, por lo que afirmó. Y yo creo que esta voz me ha sido enviada de parte de Dios.
Así pues, cuando la escuchó por tercera vez le pareció reconocer a un ángel. Y aunque a veces no la entendía demasiado bien, primero le aconsejó que frecuentara las iglesias y después que tenía que ir a Francia, sobre lo cual la empezó a presionar.
Además esta voz la escuchaba unas dos o tres veces por semana. No mucho después, reveló otro de los mensajes clave que le envió. «Ella me decía que yo levantaría el asedio de Orleans».
El 27 de febrero, Juana identificó estas voces. Santa Catalina de Alejandría y de Santa Margarita de Antioquía, las santas más veneradas del momento, si nos atenemos a la iconografía anterior a Juana.
Catalina, es definida a veces como una figura apócrifa a caballo de los siglos III y IV que murió a una edad similar a la de Juana, también erudita, patrona de muchas especialidades intelectuales y habiendo persuadido al emperador Maximiano de que dejase de perseguir cristianos. Después sería condenada a morir en la rueda, un sistema de tortura que fractura los huesos, aunque se dice de ella que, al tocar la rueda, la rompió y, finalmente, tuvo que ser decapitada.
Por otro lado, la leyenda de Margarita refiere que fue una doncella despreciada por su fe cristiana, a la que ofrecieron matrimonio a cambio de la renuncia a esta fe. Ante su negativa fue condenada a tortura, si bien logró escapar milagrosamente en varias ocasiones. Antes de su captura definitiva y martirio. Por ello, es venerada por la Iglesia católica como santa virgen y mártir.
Juana afirmó que las había reconocido gracias a que las propias santas se habían identificado, algo que ya había declarado en Poitiers, con motivo del interrogatorio sobre las visiones llevado a cabo por la corte del Delfín. Se negó a dar más explicaciones, instando a los jueces a ir a Poitiers si querían conocer más detalles.
Sobre el año en que sucedió, en un primer momento había dicho que fue cuando tenía trece años. Posteriormente detalló que hacía siete años que estas voces le aconsejaban y la protegían. Por lo tanto, se asume que en 1424 se le habrían aparecido por primera vez las visiones.
Juana explicaría entonces, antes de mencionar el nombre de las santas, la misión que la voz le encomendó. Después de mencionar a éstas, los jueces le preguntaron a quién correspondía entonces la primera de las voces que había escuchado, aquella que le había causado tanto miedo siete años atrás. Ella, que todo lo iba respondiendo con muchas reservas y ensimismamiento, se resistió varias veces, pero finalmente respondió que fue San Miguel (considerado protector del reino de Francia), al que vio con sus propios ojos, acompañado de los ángeles del cielo. Fue él quien le ordenó partir para liberar a Francia y así cumplir con la voluntad de Dios.
Muerte.
Al secretario del rey de Inglaterra, John Tressart, se le escuchó exclamar. Estamos todos perdidos, porque ha sido quemada una buena y santa persona. Después diría que pensó que ahora su alma quedaría en las manos de Dios.
Parece ser, según diversos testimonios como Massieu, que de Juana quedó su corazón, intacto y lleno de sangre. Se contó que sus restos se lanzaron al Sena. Algún soldado inglés, también afligido, afirmó haber visto el alma de la joven marchándose del cuerpo, y algún otro afirmó haber visto el reflejo de Jesús, como otros dijeron también haber visto salir una paloma.
Durante estos últimos días de Juana, un compañero de armas Gilles de Rais planeó un ataque con un contingente de mercenarios a Ruan para rescatar a la Doncella. Sin embargo se demoró demasiado y sólo pudo llegar para contemplar sus cenizas.
Este hecho dejó consternado a Gilles y se considera la razón principal de sus subsecuentes trastornos, murió en la horca y luego fue quemado en la hoguera, acusado de secuestrar, violar y asesinar al menos a 200 niños y niñas el 26 de octubre de 1440.