Visitación es el término con el que se designa en el cristianismo a la visita realizada por la Virgen María, embarazada de Jesús, a su pariente Isabel, embarazada a su vez de Juan el Bautista. Se trata de un pasaje único del Evangelio de Lucas.
El pasaje contiene expresiones muy apreciadas por diferentes denominaciones cristianas. Entre ellas se cuentan las palabras de Isabel incluidas hoy en el Ave María, oración mariana por antonomasia del catolicismo, y la respuesta de María a modo de cántico, conocida como el Magníficat.
El Evangelio de Lucas refiere que María, luego de la Anunciación, fue con prontitud a una ciudad de Judá situada en la región montañosa. Hoy en día, esta ciudad es preferentemente identificada con Ain Karim, 6 km al oeste de Jerusalén.
Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo y exclamando con gran voz, dijo. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a verme? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!
Evangelio de Lucas 1:39-45
La finalidad de la visita de María habría sido para asistirla y, al mismo tiempo, recibir consejo. La traducción del texto griego meta spoudēs puede significar con prontitud, con prisa, pero también muy solícitamente o con impaciencia.
De allí que se suele interpretar la actitud de María como un ejemplo de servicio y entrega a los demás.